viernes, 17 de diciembre de 2010

La tableta da alas al libro pirata

¡POBRE SEÑOR LARA!
Al leer la noticia de El País, me entero de por qué “el mundo editorial está alarmado”: los libros electrónicos anuncian desastres. Para las editoriales, claro. Temen que lo que esperaban que fuera una nueva fuente de ingresos no sólo deje de serlo, sino que arruine lo que ya tienen. Los piratas crecen, se multiplican, se vuelven a multiplicar: amenazan con acabar con el mundo editorial. Y este, lógicamente, se defiende: se reúnen con la ministra, la emplazan a una nueva reunión; el todopoderoso Lara se preocupa e “insta” al gobierno; la FGEE “amenaza” con las acciones de EEUU…
¿Cuál es la solución? ¿La ley, a la que se aclama la FGEE? ¿La educación, como sostiene Ávila? (por qué cualquier problema se traslada al aula y sólo al aula. Sugiero la lectura de “El desconcierto de la educación”)
He de acudir a los comentarios que aparecen tras la noticia para poder escuchar otros puntos de vista que no sea el de los editores: hay poca oferta legal (¡¡!!) y la poca oferta es CARA.
¿No es este el quid de la cuestión? Estoy muy cansada de que mis alumnos se quejen (y con razón) de los precios de los libros que hemos propuesto como lecturas del curso. ¿No podría ser el libro digital el que hiciera no pertinente la excusa de “es que son muy caros”? ¿No podría ser éste el camino para elevar el pobre índice de lectura de este país, como apuntan algunos de los comentarios?